ENTRE LA REPUGNANCIA Y LA FASCINACIÓN

LA CENA – HERMAN KOCH

Autor reseña: Maite Mateos

A partir de una original estructura formal que organiza la trama en torno al orden en que se sirven los platos de una cena en un restaurante de lujo, envuelta en una atmósfera enrarecida, asistimos en esta novela con aire de thriller, a una clara crítica social y aunque la intención del autor no sea ahondar en los numerosos temas que va presentando a lo largo de la velada, temas tan interesantes como la moralidad, el racismo, la indiferencia, el hedonismo, la banalidad, el aborto, la adopción, las relaciones de pareja, las relaciones entre hermanos, las relaciones entre padres e hijos, la violencia, la culpa, el castigo, la impunidad, los trastornos mentales…; sí hay una intención provocadora y efectista.

“La cena” es realmente una novela impactante, inquietante, incómoda, corrosiva, cruda y polémica. Hay momentos en que la repulsión respecto a lo narrado, basado en un hecho real, un atroz asesinato cometido por unos adolescentes, acontecido en Barcelona hace unos años, pero que el autor holandés resitúa en los Países Bajos, invita a abandonar la lectura, a rechazar de plano todo y a no detenerse a reflexionar. Pero en otros instantes, en que nada es lo que parece, la fascinación te atrapa y lo hace de la mano de la voz narrativa de Paul Lohman, el padre de uno de los adolescentes, que hacia la mitad de la historia se descubre que es un auténtico sociópata. Y aunque no es una fascinación agradable supongo que esto es realmente lo que ha convertido a esta novela en un auténtico fenómeno de ventas desde que fuera editada en 2009 y se tradujera rápidamente a más de veinte idiomas. Porque la historia que cuenta va más allá de la simplista pregunta de gancho que muchas editoriales plantean en la sinopsis. La pregunta de hasta dónde pueden llegar los padres para proteger a sus hijos. Porque está claro que el amor por los hijos, que a menudo no son más que una proyección de nosotros mismos, no es otra cosa que un amor egoísta. Protegemos a nuestros hijos para protegernos a nosotros mismos, aunque cada uno entienda lo que significa proteger de diferentes maneras. Pero la novela plantea preguntas mucho más interesantes que esa. “La cena” es una historia en pequeña escala de la perversidad, de la maldad, del supremacismo y de la indiferencia que esconden algunos sujetos, una maldad creada quizá a partir de una conjunción de genes, circunstancias sociales, educación y banalidad que, a gran escala, son tal vez los detonantes de figuras como las de Hitler, Stalin, Mussolini, Franco, Trump o Putin…
A muchos lectores les provoca frustración no encontrar las respuestas en la misma novela y juzgan “La cena” como mediocre e insustancial. Una novela que prometía y queda en nada. O no. Porque a menudo no son nada sencillas las respuestas. “La cena” no es una novela profundamente reflexiva, desde luego, pero invita a reflexionar.