LA BÚSQUEDA DEL PLACER FEMENINO

LA INGENUA LIBERTINA – COLETTE

Autor reseña: Maite Mateos

En el mismo prefacio, la autora explica que “La ingenua libertina” nació de otra novela titulada “Minne”, escrita en 1904 bajo las directrices de su primer marido, Henry Gauthier-Villars. Fue tal el éxito entre los lectores, que éste la instó a alargarla con otra novela titulada “Los extravíos de Minne”, publicada en 1905 y firmada también por “Willy”, el seudónimo comercial que utilizaban.
En cuanto se separó de su marido, la autora francesa pudo al fin recuperar los derechos de autoría de las dos novelas y las publicó, reescritas y refundidas en una sola novela titulada “La ingenua libertina”, publicada en 1909.

Tradicionalmente “La ingenua libertina” se ha considerado una obra menor de la autora, como un producto más de la literatura comercial impuesta por su primer marido, al estilo de la serie de “Claudine”. Ella misma reconoció al escribir el prefacio, no sentirse demasiado orgullosa de ella y, sin embargo, sus personajes están llenos de vida en sus complejidades, por lo que la obra ya rebela la búsqueda de una escritura propia, una escritura de los sentidos, una escritura sensual, gustativa y sonora, perfumada y táctil, una escritura como herramienta para encarnar los pensamientos, para acceder a la sensación en su plenitud, lo mismo que buscaba Proust, sin encontrar éste la maestría que más tarde derrocharía Colette en sus obras posteriores.
Y con todo, la autora francesa de principios del siglo XX nunca fue suficientemente reconocida por la crítica literaria, a pesar incluso de que llegó a ser la primera mujer en ingresar en 1945 en la Academia Goncourt. Su obra se consideraba difícil de clasificar, al margen de cualquier corriente literaria. Provocaba contrastadas críticas, desde las más negativamente virulentas, hasta las más elogiosas, como la del mismo Proust.
Lo cierto es que Colette creó un estilo propio, vitalista. Desde una perspectiva que la acercaba a la novela psicológica, creó un espacio literario para la voluptuosidad femenina, para el deseo y la búsqueda del placer de la mujer. Esto y su vida nada convencional fue lo que condujo a muchos a considerar sus obras como obscenas y perversas. Así mismo, es como calificaron a “La ingenua libertina”, a pesar de que es una obra que habla también de las relaciones humanas y de los desvelos que provoca el amor.
“La ingenua libertina” describe un ambiente mundano, analiza el alma femenina y con ella, dado el gran componente autobiográfico que recorre todas las obras de Colette, comienza el afán de encontrar el lenguaje exacto con el que expresar la comunión entre sus sensaciones, sus deseos, sus angustias y su necesidad de sumergirse en la infinidad del mundo.